Es 1 de abril de 1939, un hombre mira con desesperación la línea del horizonte, el mar viene a salpicar en las piedras del puerto. Todo está en silencio, empieza a atardecer. Con la llegada de la noche se desvanecen las esperanzas de que lleguen los barcos que han de salvarlos. Aquella puede ser la última vez que vea el mar. En La Línea del Horizonte se cruzan dos historias: la del hombre que recuerda con amargura cómo sobrevivió al horror del Campo de Concentración de Albatera, Alicante, y la de una amistad que surge cuando dos personas, que no soportan compartir su soledad, deciden iniciar un largo viaje al final del cual descubrirán que pueden ser felices porque han sabido encontrarse.